encontré mi espíritu, arrasado; me sorprendió en la trampa, fantasmagorica
con despropósitos agresivo, vagando; por una eterna avenida desmezurada encontré la forma!
pero me entregue sin importar bien o mal
entregue el prefacio absurdo con grosero artificio indemne, misericordioso
cayè el cielo e injurie el axioma
horribles evocaciones
volqué la estaca sobre el brazo crucificado!
y goce gloriosa mis amapolas sedentarias
curtí al verdugo
desvergonzada reí sobre las tumbas mutiladas
los libertinos dotados de arte amatorio indolente sollozan
el látigo de la imprudencia y lamparas mugrosas de los ojos destellase el cielo!
claridad divina por encima de los astros, colgados vastos amándose encima de su verdad invalida
me siento sobre las rocas injuriando añoranzas perdidas
pérfida me llamo! oscureciendo el gozo de mi juventud renovada
a mi solo encuentro, castigo al párpado ajeno, mas las armas me han abandonado.